Nosotras y el alcohol: ¿buena combinación?

"¿Cuántos shots de tequila puedo TOMAR?, ¿cuántos SECOS puedo hacer?, ¿cuánto alcohol puedo MEZCLAR en una sola noche?, ¿soy tan GUERRERA como creo ser?, ¿RESISTIRÉ todo el día tomando alcohol?, ¿qué tan FELIZ puedo estar?, ¿puedo tomar tanto y al mismo nivel que ELLOS?, una chela MÁS ¿a quién le hace daño?" ... ¿suena familiar?


Todas las mujeres somos distintas con respecto al nivel de tolerancia en la cantidad de alcohol que nuestro cuerpo puede resistir, pero ese no es el tema que pretendo plantear ahora.
Es muy importante tengamos control sobre nuestro consumo de alcohol siendo mujeres ya que, LAMENTABLEMENTE, somos más vulnerables que los hombres.
Los daños cerebrales se nos hacen presentes a nosotras antes que a ellos.

Según estudios del centro de investigación RIT Internacional en Baltimore(EE.UU) en pruebas neurocognitivas en ambos géneros, esto se debe a que los hombres tienen un porcentaje más alto de agua en sus cuerpos y por eso diluyen mejor los efectos del alcohol. Así mismo, las mujeres carecen de una enzima que convierte al alcohol en una sustancia inactiva a diferencia de los hombres.

De esta manera, siempre debemos ser precavidas y prudentes cuando tomamos. De otro modo, los resultados de una noche con cantidades industriales de alcohol nos aseguran, en un alto porcentaje, una serie de acontecimientos no muy claros ni del todo agradables, eso sin mencionar los que no recordamos en lo absoluto.

Eso que recordamos o que nos contaron, que preferimos nunca haber dicho o hecho, son resultado de los efectos del exceso de alcohol que ataca al sistema nervioso central. Esto afecta los procesos normales de inhibición y perdemos el autocontrol de la excitabilidad cerebral. Los resultados son las conductas impulsivas y despreocupadas, las respuestas arrebatadas al perder la capacidad de tomar decisiones coherentes y de decir NO. Del mismo modo, se disminuyen los mecanismos de alerta de una persona por lo que equivocadamente creemos hacer mejor las cosas (hablar, bailar, manejar,etc.) y nos volvemos torpes. Es así cómo la mañana siguiente, inexplicablemente, nos encontramos con uno o que otro moretón.



¿Nunca tanto?... esperemos que no.


Mi intención no es negar el consumo de alcohol en las mujeres, ni tampoco reducirlo a su mínima expresión. Simplemente pretendo resaltar el mayor efecto de este en nosotras a comparación con los hombres, y por ello incidir en TOMAR CONTROL de la situación antes de que lo perdamos por completo.

Nada reemplaza una noche de diversión con tus amigos; y con mayor razón, nada te reemplaza a ti.




Fuentes

5 comentarios:

  1. tienes razoooon. nunca esta mal tomar un poco con tus amigas o amigos pero llegar al extremo ya es hacer mucho rocheee!!!

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  2. María Paz este post es simple pero contundente y simpático y esa es la idea de un post. Dato además que no es tan conocido.

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  3. Referencia de "El cerebro y el alcohol"
    es la siguiente:

    http://blogs.monografias.com/noticiencias/2009/08/12/el-cerebro-y-el-alcohol-autor-david-gomez-salas/

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  4. El cerebro y el alcohol. Parte 1
    Por: David Gómez Salas

    El alcohol está considerado un depresor del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal).

    El alcohol afecta los procesos normales de inhibición, que nos hace ser precavidos. El autocontrol de la excitabilidad cerebral se pierde y provoca conductas más audaces. Al disminuir los mecanismos de alerta de una persona (por tomar unos tragos); en forma equivocada, la persona puede pensar que hace mejor muchas cosas, como hablar, bailar, manejar, etc. Sin embargo,... eso no sucede.

    Existe relación entre el contenido de alcohol en la sangre, el grado de depresión del sistema nervioso central y la conducta. Se puede expresar como relación entre el número de tragos (un trago = 28 mililitros de whisky, ron, tequila), la concentración de etanol en la sangre, y los efectos físicos y psicológicos.

    A los primeros tragos (de 2 a 4), se deprimen los centros superiores que controlan el habla, el pensamiento, los conocimientos y el juicio. Al tomar los siguientes tragos(5 a 8) se deprimen los centros inferiores, que controlan la respiración y los reflejos espinales.

    Con mas alcohol en la sangre (mas de 8 tragos), se afectan tanto los mecanismos de inhibición como los de excitación. Es así como la intoxicación alcohólica (20 tragos o más) puede llegar producir estado de coma.

    Lo anterior, el numero de tragos, es una aproximación observada con personas no habituadas al consumo del alcohol. Es una referencia relativa, pues hay quienes ya desarrollaron cierta tolerancia y aguantan más.- Dicen.

    Desde el punto de vista fisiológico, se sabe que el alcohol se metaboliza (transforma) en el hígado; y se elimina por la respiración, la orina, las lágrimas y el sudor. Las personas con hígado normal metabolizan (transforman) aproximadamente 10 mililitros de alcohol por hora. El alcohol que no metaboliza el hígado se empieza a acumular en la sangre, y se distribuye en forma homogénea en todo el organismo,

    El alcohol irrita directamente el sistema gastrointestinal (daña la mucosa) y afecta indirectamente, por estimular la secreción de jugos gástricos. Produce gastritis (inflamación de la mucosa gástrica). Los pacientes con úlcera deben evitar el alcohol. Aumenta la acidez del organismo; la producción de ácidos grasos, y el ácido úrico.

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  5. El cerebro y el alcohol. Parte 2
    Por David Gómez Salas

    El alcohol en cantidades moderadas, aumenta la frecuencia cardiaca, dilata los vasos sanguíneos en brazos, piernas y cara, lo que produce esa sensación de calor (un trago para el frío). Después, la misma persona siente más frío que antes, pues la vasodilatación ha provocado pérdida de calor.

    El alcohol estimula de la producción de orina; y provoca la eliminación de calcio, magnesio y cinc a través de la orina, que son elementos esenciales para una vida sana.

    En dosis moderadas de alcohol el daño es limitado, excepto en mujeres embarazadas, en las que el alcohol puede afectar al feto y producir retraso mental irreversible.

    El consumo de grandes cantidades de alcohol daña el corazón (produce trastornos del ritmo cardiaco e insuficiencia cardiaca), y el hígado, (cirrosis, mala digestión de los alimentos, pérdida de peso, constipación, etc.).

    En el caso del sistema nervioso central, se pueden observar trastornos mentales serios, pérdida de la memoria, deterioro del aprendizaje, inflamación de los nervios, incluso de pérdida de la realidad (será por eso la adicción).

    Las fases avanzadas del alcoholismo se relacionan con alteraciones mentales serias y daño cerebral irreversible, menor resistencia ante las infecciones, anemia, mayor tendencia al sangrado y gastritis crónica. El alcohólico grave es más propenso al cáncer, y más aún si fuma.

    Las mujeres que beben mucho durante el embarazo tienen mayor ocurrencia de abortos y mayor probabilidad de procrear bebés afectados del síndrome alcohólico fetal, cuadro de deficiencia mental y física característica.

    Otro signo del alcoholismo son los periodos de amnesia, con alteración profunda de la memoria y de la conciencia que puede durar desde algunos momentos hasta varios días. Hay quienes después de estar con sus amigos toda una noche, al día siguiente no recuerdan nada. – Dicen.

    Para finalizar mencionaré que a mayor concentración de alcohol en la sangre, menor es la respuesta sexual, a pesar de que se sienta mayor excitación. ¡Caray!.

    Espero la información sea de utilidad. Basado en el libro del Dr. Simón Brailosky. Las Sustancias de los Sueños. Neuropsicofarmacología. Fondo de Cultura Económica

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